Hay más opciones que nunca para prevenir y tratar el VIH.
Los antirretrovirales (ARV, por sus siglas en inglés), los medicamentos recetados que se usan para tratar el VIH, funcionan reduciendo la cantidad de virus en el cuerpo, a menudo a niveles indetectables por las pruebas de laboratorio estándar, un estatus que se conoce como supresión viral. Además de mantener saludables a las personas con VIH, sostener una carga viral baja también, no tienen ningún riesgo de transmitir el VIH a sus parejas sexuales.
Para aquellos que no tienen VIH, PrEP ofrece otra poderosa forma de protección. Cuando se consume según indica la receta, esta píldora de una toma diaria es muy eficaz para proteger contra el VIH. Los condones pueden usarse para protegerse contra otras ETS comunes, así como contra el VIH. PEP, abreviatura de profilaxis posterior a la exposición, es un medicamento recetado que debe tomarse en situaciones de emergencia para protegerse contra el VIH dentro de las 72 horas posteriores a una posible exposición.
El primer paso es conocer tu estatus. Haz que las pruebas de VIH y de otras enfermedades de transmisión sexual sean parte de tu atención médica de rutina. Las pruebas gratuitas y de bajo costo están disponibles a lo largo de todo EE.UU.
¡Podemos hacerlo!
¡Juntos, somos más grandes que el VIH!